Blog

Residuo y basura no son lo mismo: así puedes distinguirlos

botellas de plástico
11 febrero, 2021

Al separar nuestros residuos, no solo ayudamos a ahorrar materias primas, además contribuimos a que se aprovechen y se generen más empleos

Aunque muchos lo consideren lo mismo, existe una sutil e importante diferencia entre residuo y basura. Conocer esta distinción es clave para reducir la contaminación ambiental, ya que actualmente muchos envases y empaques son considerados basura cuando en realidad tienen un gran valor en la industria del Reciclaje.

¿Qué es basura y que es residuo?

La basura es todo lo que ha dejado de tener utilidad. Este material no puede reciclarse y debe ir directamente a vertederos o incineradores.

En contraste, los residuos son materiales de vidrio, papel, plástico reciclable o aluminio que aunque han sido utilizados, todavía puede ser reutilizados o reciclados. Es el caso de los envases y empaques, ya que los materiales utilizados para su fabricación facilitan su distribución y son 100% sostenibles.

¿Cómo se aprovechan los residuos de envases y empaques?

Desde hace más de 18 años, la organización sin fines de lucro ECOCE (Ecología y Compromiso Empresarial) y sus Asociados, cuentan con un plan de educación ambiental y manejo de residuos, que recupera envases de PET, de plástico rígido (PEAD), empaques flexibles (PEBD y BOPP), aluminio, hojalata y cartón multilaminado, para ser reciclados, demostrando que tienen valor no solo al ser usados por primera vez, sino también cuando se convierten en residuos.

Los residuos de envases y empaques se aprovechan de la siguiente forma:

  • El PET, empleado en envases de refrescos, aguas embotelladas y alimentos, se aprovecha para fabricar nuevas botellas grado alimenticio (economía circular), textiles, calzado e incluso, caretas protectoras.
  • Con los empaques flexibles (PEBD y BOPP) como los de las galletas, pan y botanas, se elaboran tarimas, mobiliario urbano, madera plástica y hasta macetas.
  • Los envases de plástico rígido (PEAD) como los que contienen champús y detergentes líquidos, pueden aprovecharse para crear nuevas botellas, tuberías, contenedores de basura, señales de tránsito y piezas industriales.
  • Los envases de aluminio, como los de las latas de bebidas, no sólo se aprovechan para fabricar nuevas latas, sino también diversas piezas industriales y autopartes.
  • Con la hojalata, empleada para conservas de alimentos, todos los artículos derivados de la fundición del acero.

El cartón multilaminado, que encontramos en los envases de leche y jugos, es aprovechado para la creación de fibras para cartón y papel, así como polialuminio.

Separar, clave para el aprovechamiento

El aprovechamiento de residuos para la creación de nuevos productos, es posible gracias a la ayuda de la población, que los separa adecuadamente para facilitar su identificación y valoración. Una vez recuperados, son procesados para obtener la materia prima y evitar extraer nueva, ahorrar energía, agua, generar empleos (hoy más de 70 mil en nuestro país), pero sobre todo, para evitar que contaminen el medio ambiente.

Existen tres instancias que intervienen en este vital proceso:

Los consumidores, explica ECOCE, damos el primer paso al no tirarlos al medio ambiente contaminándolo, y separarlos junto con otros residuos reciclables para que sean identificados por el personal de limpia y se canalicen para su reaprovechamiento.

Los gobiernos establecen leyes y reglamentos adecuados para realizar una mejor prestación de servicios y la recolección de los residuos, migrando de la forma mezclada a la recolección separada.

La industria, mediante su valoración, tratamiento, reciclaje y reincorporación a la cadena de producción, además de colaborar con una adecuada comunicación al consumidor para que disponga correctamente de ellos.

Los objetivos de la industria del reciclaje

Según rescata ECOCE, gracias a la ‘Economía Circular’, que aplica los conceptos de Reusar, Reducir, Reciclar, Rediseñar y Repensar, la industria del reciclaje sigue avanzando en:

  • Dejar de emplear plásticos no necesarios y que no cumplan con características como 100% reusables, 100% reciclables o 100% compostables.
  • Reducir la cantidad de materiales para fabricar empaques y envases en más de 25%, desde hace 10 años.
  • Promover un consumo responsable; es decir, adquirir solo los productos y cantidades que se vayan a consumir. Evitando desperdicios.
  • Continuar con el desarrollo tecnológico e investigación, de materiales y tecnologías.
  • Incrementar las tasas de recuperación de cada material. Para el 2025, la tasa estimada de recuperación del PET será de 70% (actualmente, ronda el 53%) y de 30% en promedio, en el caso de los demás plásticos.

Entradas relacionadas

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies