Cerca de 3.5 millones de toneladas de basura son generadas diariamente a nivel mundial y se estima que esta cifra crezca al ritmo de 1,300 millones de toneladas por año
Organismos internacionales como el Banco Mundial prevén que para el año 2025 se generarán aproximadamente 2 mil 200 millones de toneladas de basura al año. El escenario no es alentador y requiere de acción inmediata. A pesar de las grandes cantidades de desechos que se registran, es importante comprender que no todos los países generan el mismo volumen, por lo que las problemáticas varían en cada región.
De acuerdo con el ranking de Waste Atlas, los países que más basura generan al año son China, Estados Unidos e India. México ocupa la novena posición (39 millones de toneladas) por encima de Francia (34 millones de toneladas) y España (20 millones de toneladas).
Pero, ¿qué opciones existen para hacer frente al reto de la basura? Una de las soluciones más conocidas hasta el momento son los rellenos sanitarios –obras de ingeniería controladas en las que se dispone la basura–, sin embargo, desde hace más de 30 años, países como España y Francia han recurrido a la tecnología de la termovalorización como una solución innovadora para la gestión y aprovechamiento de los residuos.
Con una población aproximada de 46 millones de habitantes y con un promedio de generación de basura de 1.3 kilos por habitante al día, la termovalorización es una de las tecnologías que más se usan en España, país que cuenta con 11 plantas.
Según informes de la Asociación Española de Empresas de Valorización Energética (Aeversu), en 2016 estas plantas revalorizaron más de 2.5 millones de toneladas de residuos, lo que representa una producción energética de más de 1.6 millones de MWh. Esto equivale al consumo promedio de 450 mil hogares.
España sigue la jerarquía de tratamiento de residuos que propone la Unión Europea en el que se establece que la valorización energética debe ser una opción complementaria al sistema de gestión de residuos, y cuyo valor es el de extraer el potencial energético de los residuos no reciclables.
En este sentido, Madrid y Barcelona siguen este principio. En Barcelona del total de basura tratan el 74.7% a partir de un proceso denominado Tratamiento Mecánico Biológico y el 25.3% se valoriza a través de la termovalorización.
Es importante mencionar que los residuos que se tratan en la Planta de Termovalorización son los rechazos de las Plantas de Tratamiento Mecánico Biológico, es decir la basura orgánica. En Madrid la situación es equivalente ya que del total de residuos el 70.8% va al Tratamiento Mecánico Biológico y el 29.1% se valoriza a través de la termovalorización.
Otra de las principales ciudades europeas donde la Valorización Energética también es importante es en París y su Área Metropolitana ya que de los más de 2 millones de residuos que generan, el 27.5% pasa por el Tratamiento Mecánico Biológico, el 69% se manda a plantas de termovalorización y sólo el 3.1% se dispone en rellenos sanitarios.
Los residuos que se llevan a la Valorización Energética son también en su mayoría procedentes del rechazo de los Tratamiento Mecánico-Biológicos aunque se envían residuos sin tratamiento previo.
La termovalorización incentiva el reciclaje, ya que valorizar energéticamente los residuos inorgánicos no reciclables y agrega valor en la gestión integral como una actividad complementaria para la disposición final. Por lo tanto, el reciclaje, compostaje y valorización energética van de la mano en la estrategia de eliminar los rellenos sanitarios y promover realmente una economía circular.