La empresa fundada por Roberto Alvarado Yáñez, derivada de un proyecto universitario, pone el énfasis en el potencial del plástico como negocio exitoso.
Esta nueva compañía fabrica armazones de anteojos con botellas recicladas de Polietilen Tereftalato (PET) y ya ha ganado reconocimiento internacional al llevar a comunidades en situación de pobreza anteojos de buena calidad a un precio muy accesible.
“No se necesita mucho material, con un kilogramo de PET podemos producir 56 armazones. La idea es que la empresa crezca y hagamos todo el proceso, desde recoger la botella hasta ‘peletizarla’; eso bajaría el costo de producción aún más y, por lo tanto, el de venta”, explicó el emprendedor.
Los lentes no se venden en ópticas. Ellos van a las comunidades más desprotegidas del país, se realizan exámenes de la vista y la empresa Essilor envía los lentes cortados y graduados para que se monten en los armazones de PET.
Esta startup ya ha ganado concursos para generarse mayores recursos que le permitan atender a más poblaciones que requieran de esta clase de producto reciclado. “La idea es mejorar algunos puntos y recibir apoyo para hacer crecer la empresa, siempre con la intención de beneficiar a México”, concluyó Roberto.