El COVID-19 tiene al frente un enemigo implacable: El ABS biocompatible para dispositivos médicos
Cuando se creía que el plástico y sus diversas aplicaciones era el enemigo a vencer, este material sale en defensa, incluso de los detractores más estoicos, puesto que el ABS (Acrilonitrilo Butadieno Estireno), biocompatible para dispositivos médicos, es un plástico que está al frente dando batalla al COVID-19.
En respuesta a la gran demanda de mascarillas médicas, válvulas para ventiladores y otros dispositivos médicos de ABS en los hospitales, ELIX Polymers, por ejemplo, donó un material de grado médico: el ELIX ABS 3D-FC, diseñado para la transformación en filamentos en un proceso de impresión 3D de FFF (fabricación con filamento fundido).
Cabe destacar que, en la lucha contra el COVID-19, la compañía colabora con un amplio abanico de empresas dentro de ClusterMAV, el Clúster de Materiales Avanzados de Cataluña, España.
El ABS biocompatible para dispositivos médicos está siendo utilizando por Ford Motor Company (que ha cambiado parte de su producción de automóviles por equipos médicos), la organización de investigación Aimplas y dos empresas españolas de procesamiento de plásticos, PESL y SIIM.
De acuerdo con Luca Chiochia, Business Development Manager de ELIX Polymers, muchas empresas con capacidad de impresión en 3D ponen sus equipos a disposición de la comunidad para producir piezas médicas.
“La demanda de filamentos de impresión en 3D en España se está canalizando a través de la plataforma digital 3Dcovid19.tech, una iniciativa que vincula las necesidades de los hospitales y los recursos de producción de impresión en 3D, además de ClusterMAV y FENAEIC”.
Manufactura Aditiva
Ford cuenta con 15 impresoras 3D en sus instalaciones de Valencia para producir protectores faciales a un ritmo de 300 unidades al día. Los filamentos, que se fabrican en extrusores operados por empleados voluntarios, se utilizan para imprimir los soportes de los cabezales de los protectores faciales.
“Los protectores ensamblados se envían a un centro de desinfección de ozono coordinado por el Ministerio de Salud en Valencia, y luego se distribuyen a los hospitales y centros de asistencia para hacer frente al COVID-19”.
Fabian Herter, Marketing Manager en ELIX Polymers, asegura que la disponibilidad de moldes específicos que puedan utilizarse para estas aplicaciones médicas ha sido fundamental, junto con la disponibilidad de material para hacer factible la producción de moldeo por inyección.
Sin embargo –apunta–, la impresión en 3D ha sido la clave para permitir la rápida disposición de soluciones: “es excepcionalmente versátil, por lo que puede producir componentes para dispositivos médicos muy diversos sin la necesidad de usar herramientas específicas. Además, la producción puede tener lugar muy cerca de los hospitales”.