Encargada por el gobierno etíope, la planta Reppie Waste-to-Energy de Addis Abeba, es la primera instalación en África que convierte la basura en electricidad. La instalación de 100 millones de dólares, incinera más de 1,400 toneladas de residuos cada día, convirtiéndolo en electricidad suficiente para un tercio de los residentes de la capital, aproximadamente tres millones de personas.
La planta que comenzó operaciones en enero, cumple con los estándares europeos de emisiones, recuperará 30 millones de litros de agua de los desechos, mientras que la ceniza arrojada se convierte en ladrillos.
Esta planta etíope reduce la contaminación y proporciona múltiples beneficios, como electricidad, ladrillos y empleos, todo a la vez.