El principio de mezclado ‘gentle touch’ de las mezcladoras Lindor garantiza la conservación de la calidad de los componentes. Apenas se produce rotura de productos, formación de polvo ni calentamiento. Gracias a que las características de funcionamiento de los plásticos suelen ser buenas, los tiempos de mezclado pueden ser cortos, aseguran desde la compañía. Gracias a estas características se pueden obtener grandes volúmenes, especialmente si el proceso de mezclado es continuo.

Desde Lindor apuntan que se pueden alcanzar capacidades «de 5 a 15 (y hasta 20) toneladas/hora». Una opción innovadora que simplifica el proceso de producción en una mezcladora de lotes es la incorporación de un tambor de mezclado como un ‘ciclón’. Al crear el vacío en el túnel, el granulado se puede aspirar hacia la mezcladora directamente desde el silo. Por eso, las mezcladoras de tambor son idóneas para muchas aplicaciones en la industria del plástico.

Una aplicación importante de las mezcladoras Lindor es la homogeneización de las diferencias de calidad de un granulado provocadas por variaciones en el proceso de extrusión. Así, una mezcladora de tambor con una capacidad de 30 toneladas puede asumir la producción que un extrusor genera en un plazo de 8 horas. Al homogeneizar esa partida se consigue un granulado de calidad constante.

Algunos plásticos (LDPE, HDPE, PU, PET) se someten a un proceso derivado después de la extrusión, por ejemplo un tratamiento de calor, o remojo en un líquido orgánico (como un peróxido). Estos procesos se llevan a cabo en mezcladoras Lindor de carcasa doble que controlan con mucha precisión las condiciones, como por ejemplo la temperatura. A veces estas aplicaciones son tan críticas que que las mezcladoras van aplicadas con juntas especiales para reducir la contaminación del producto a menos de 1 ppm (1 parte por millón).