El proceso podría ayudar a convertir millones de toneladas de plástico que generamos cada año en un combustible similar al de la gasolina y el diesel

El mundo se está ahogando en el plástico. Cada año, más de 300 millones de toneladas de plástico se abren camino a un relleno sanitario o al medio ambiente, donde se necesitarán cientos de años para descomponer y matar todo tipo de vida silvestre mientras tanto.

Un equipo de químicos en Purdue pudo haber encontrado una solución parcial a nuestros problemas de plástico. Tal como se detalla en un artículo publicado esta semana en Química e ingeniería sostenibles, los químicos descubrieron una forma de convertir el polipropileno, un tipo de plástico comúnmente utilizado en juguetes, dispositivos médicos y empaques de productos como bolsas de papas fritas, en gasolina y combustible similar al diesel. . Los investigadores dijeron que este combustible es lo suficientemente puro como para ser utilizado como mezcla de mezcla, un componente principal del combustible utilizado en los vehículos motorizados.

Los residuos de polipropileno representan casi una cuarta parte de las aproximadamente 5 mil millones de toneladas de plástico que se han acumulado en los vertederos del mundo en los últimos 50 años.

Para convertir el polipropileno en combustible, los investigadores utilizaron agua supercrítica, una fase de agua que demuestra las características de un líquido y un gas según las condiciones de presión y temperatura. La química de Purdue Linda Wang y sus colegas calentaron el agua a entre 716 y 932 grados Fahrenheit a presiones aproximadamente 2300 veces mayores que la presión atmosférica a nivel del mar.

Cuando se agregaron residuos de polipropileno purificado al agua supercrítica, se convirtió en aceite en unas pocas horas, dependiendo de la temperatura. A aproximadamente 850 grados Fahrenheit, el tiempo de conversión se redujo a menos de una hora.

Los subproductos de este proceso incluyen gasolina y aceites similares al diesel. Según los investigadores, su proceso de conversión podría usarse para convertir aproximadamente el 90 por ciento de los residuos de polipropileno del mundo cada año en combustible.

“La eliminación de residuos de plástico, ya sea reciclada o desechada, no significa el final de la historia”, dijo Wang. “Los plásticos se degradan lentamente y liberan microplásticos y productos químicos tóxicos en la tierra y el agua. “Esto es una catástrofe porque una vez que estos contaminantes están en los océanos, son imposibles de recuperar por completo”.

El beneficio obvio de este nuevo proceso de conversión es la limpieza del medio ambiente al encontrar un uso para los residuos plásticos. Pero como señaló Wang en una declaración, el hecho de que el combustible producido pueda venderse con fines de lucro también alentará a la industria del reciclaje a adoptarlo rápidamente.

De hecho, como señaló Wang, el tiempo es esencial cuando se trata de implementar estrategias efectivas de reciclaje. Cada año que no se hace nada, millones de toneladas de plástico fluyen hacia los océanos, donde son tragados por la vida silvestre y matan los arrecifes de coral. Este plástico es muy difícil de limpiar y representa una amenaza cada vez mayor para los ecosistemas oceánicos enteros, lo que puede provocar una crisis ambiental en cascada en todo el mundo.

No está claro qué tan difícil será implementar este nuevo proceso de conversión de plástico a escala, pero al menos por una vez parece que podría haber un “gran futuro para los plásticos”.