El productor renovable de diesel Neste está ahora investigando formas de introducir el plástico desechado licuado como materia prima futura para el refinado de los combustibles fósiles. El objetivo del proyecto de desarrollo es proceder a la prueba a escala industrial en el transcurso de 2019 y procesar anualmente más de un millón de toneladas de plástico de desecho para 2030.

Usar plástico residual como materia prima aumenta la eficiencia del material, reduce la dependencia del petróleo crudo y la huella de carbono de cualquier producto derivado de esto, algo que la compañía con sede en Helsinki, Finlandia, apoya fervientemente.

 “Neste ha sido clasificada como la segunda empresa más sostenible del mundo y ya somos el mayor productor mundial de diesel renovable a partir de residuos y residuos. Nuestro objetivo es también ser un líder en refinación de bajas emisiones de carbono y una economía circular de apoyo desarrollando soluciones innovadoras basadas sobre residuos plásticos “, dice Matti Lehmus, vicepresidente ejecutivo del área comercial de Neste’s Oil Products.

Con alrededor de 27 millones de toneladas de desechos plásticos postconsumo generados anualmente solo en Europa, y solo un tercio de este se está recogiendo actualmente para el reciclaje, hay un gran margen de mejora. Además, la UE ha establecido un objetivo de reciclado para los envases de plástico del 50% para 2025 y del 55% para 2030.

“Para alcanzar los ambiciosos objetivos de reciclaje de plásticos de la UE, tanto el reciclado químico como el mecánico deben ser reconocidos en la regulación de la UE“, dice Matti Lehmus.

El reciclaje de productos químicos puede crear nuevas salidas para los desechos de plástico al permitir calidades de productos de alta calidad, complementando así el reciclaje mecánico tradicional, pero requiere el desarrollo de tecnologías y cadenas de valor. Para acelerar ese desarrollo, Neste está buscando socios en toda la cadena de valor.

La compañía también está explorando alternativas a los plásticos a base de fósiles y ha estado trabajando en la producción de plásticos renovables durables y reciclables a partir de materias primas de origen biológico, como grasas y aceites residuales. A principios de este año, Neste e IKEA anunciaron que la producción a escala comercial de PP de base biológica comenzará en el otoño de 2018, una primicia mundial.